Ciudadanía Metropolitana

¿Ciudades inteligentes o decisiones inteligentes?

Ciudad inteligente y desarrollo local.

El concepto de ciudad inteligente es un concepto que tiene algunas complicaciones porque se ha asociado demasiado con la incorporación de tecnología a la administración pública y a los procesos de gestión pública, que por supuesto es algo importante sobre todo en países como los nuestros donde la administración muestra un rezago en general en relación a la aplicación de esa misma tecnología.

La verdadera inteligencia de una organización, ya sea el estado o cualquier otra, tiene que ver con una especie de cumplir su sentido. Primero hay un proceso de  descubrimiento de cuál es el sentido, en el caso de la idea de ciudades inteligentes, el sentido de la vida cívica, el sentido de la existencia de la ciudad que tiene que ver con el cumplimiento de las leyes, la posibilidad de una vida relativamente cohesionada, donde no haya desigualdades que estimulen la conflictividad, la posibilidad de  disponer servicios públicos de cierta calidad y a un costo asumible, la sostenibilidad, o sea que la funcionalidad de la mecánica urbana no vaya en contra de la sostenibilidad del entorno o lo menos posible.

Entonces, en algún sentido, siempre digo que las ciudades inteligentes sobre todo son inteligentes si saben cuáles son sus problemas, no en relación a que instrumentos usan para superar sus problemas. Una ciudad que tiene el 40% de la gente bajo la línea de la pobreza y poner sensores para ver si pasan las motos rápido o no, pareciera que no es muy inteligente. Una ciudad que tiene que extender la red de agua potable porque la mitad de la gente no tiene y tiene un sendero que mide si las bicicletas van sobrecargadas o no, no pareciera ser muy inteligente tampoco. En ese sentido y sin ningún rechazo a la incorporación de tecnología a la administración, creo que el sendero que tiene que tomar América latina es con su propia agenda urbana, que es una agenda muy distinta a la agenda asiática o a la europea o a la norteamericana. Una agenda urbana específica que esté significada por la desigualdad y la violencia que son dos elementos característicos de la región. El uso del instrumental que ahora tenemos disponible en materia de tecnología, información y comunicación es bienvenido usarlo en respuesta de lo que son nuestras deudas urbanas y no como copia de los mecanismos que se usan en Londres, Copenhague o Hamburgo, que los felicito porque allí los problemas son los de estas ciudades que no son iguales a los de Tegucigalpa, Managua, Caracas o buenos Aires.

Nosotros tenemos que iniciar un diálogo con el mundo corporativo y académico vinculado a las nuevas tecnologías para ver de qué manera esas nuevas tecnologías pueden incorporarse a la gestión pública, a la gestión urbana en general, en relación a nuestra propia gente, eso sería lo inteligente

Las políticas de innovación científico tecnológicas y su aplicación en municipios

Cuando uno georreferencia el mundo de la producción científica y tecnológica advierte una cosa, que los científicos que son en general personas de ingresos medios altos en todo el mundo, de ingresos seguros de parte de las organizaciones públicas o los que trabajan en el mundo corporativo en general, tienen una expectativa de vivir en torno a una alta calidad de vida. Es decir, lo normal es que un científico quiera que su hijo vaya a un colegio bilingüe o que quiera vivir en un entorno seguro o poder tener una oferta cultural razonable, etc. Es bastante improbable que un científico quiera vivir en lugares en donde ciertas prestaciones públicas y de calidad no existan, por ejemplo, la oferta universitaria, o estar en un lugar que cuando su hijo llegue a terminar la escuela secundaria tenga que emigrar, para un científico es bastante más aceptable.

La primera política de atractividad que los gobiernos locales pueden hacer hacia los científicos es generar entornos de calidad de vida porque, caso contrario, no van a ir los científicos hacia ahí. Creo que, con pequeños incentivos, relativamente estables, dados ya sea a los científicos en sí, como a las universidades o a los ámbitos académicos de producción científica se puede ingresar en un terreno de lo que llamaría “disputa por la atractividad institucional”, es decir, ¿Qué pasaría si la Municipalidad de Vicente López, sin tener una universidad, construye un campus a los efectos de que se radiquen los centros de investigación que están en la Ciudad de Buenos Aires u otras universidades del  área metropolitana trasladarían algunas de sus actividades al campus si este está bien pensado y está bien diseñado, y produciría indirectamente procesos de atractividad de científicos y técnicos?. Es decir, operan para el mundo de la ciencia y la tecnología los mismos mecanismos que operan para el resto de las otras actividades que tienen una implicancia socioeconómica, no son ajenos a los incentivos o la atractividad.

Voy a mencionar una experiencia como la de “Talent House” de San Sebastián. En San Sebastián el gobierno local constituyó un albergue de alta calidad, en términos de hotelería, con un conjunto de prestaciones que está pensado para un científico de primer nivel europeo a los efectos concretamente de que los científicos desarrollen parte de sus investigaciones haciendo una estancia académica ahí. De alguna manera ponen en juego la enorme belleza de San Sebastián, pero ellos creen que para que los mejores europeos pasen por ahí se necesita de un incentivo adicional hacia los jóvenes de la ciudad en relación a que integren grupos académicos, o cuenten con los apellidos más prestigiosos a cinco minutos de su casa durante seis meses o un año. A cambio de brindarles una hotelería de primer nivel, le piden pequeñas prestaciones como dos o tres charlas gratuitas, el trabajo con algún científico joven de la zona. Con muy poco, les está yendo bien.

En una ciudad que estaba fuera del mapa de relevancia, en términos de grupo de investigación en Europa, el “Talent House” lleva ya casi una década y está empezando a estar en el mapa de producción de “papers”, circulación de ideas, etc. El camino que seguiría sería ese.

Municipios como gobiernos inteligentes

La agenda a resolver por parte de los municipios argentinos es la misma e irresuelta. Voy a mencionar cinco pilares fundamentales:

  1. Tener calidad presupuestaria de nivel, que todos los años se voten diez mil formas de presupuesto que refleja en un 90% la estructura del gasto real, entonces el debate presupuestario tiene sentido porque muestra el esfuerzo del municipio hacia qué sectores, hacia qué actores y qué prioridades tiene. Como correlato de esta transparencia y esta calidad presupuestaria, una calidad fiscal, un sistema fiscal local de pocos y buenos tributos cobrables que atiendan a un porcentaje importante del gasto de manera tal de que el municipio cuente con niveles de autonomía política y fiscal significativa. Que incluya la formulación de esos buenos y pocos tributos y la componente de equidad que tiene que poner en el marco normativo, es decir, que si no hay que cobrarle a los jubilados que cobran la mínima, que lo diga la norma y que no sea una arbitrariedad. Avanzar hacia el camino de la transparencia presupuestaria.
  2. El segundo pilar es que creo que un municipio inteligente es un municipio que tiene un programa de ordenamiento urbano ambiental, no sólo el plan como algo rígido, sino que haga del uso del espacio, de la organización de la espacialidad un problema dinámico sobre el que se piensa con alguna sistematicidad cada bienio o cada trienio y que no obliga al gobierno a caer en excepciones y cuestiones fuera de norma y que se piense cuáles son las áreas de reserva ambiental, por donde se crece, cuáles son los criterios de densificación, etc.
  3. Un gobierno local inteligente tiene un ámbito de diálogo público-privado en materia de promoción económica de manera de tener una escucha sensible a la dinámica económica local.
  4. Un gobierno inteligente local tiene un área de estadística, que administra información local de calidad: estable, sostenible, con series, etc.
  5. Un gobierno local de calidad tiene una política local social, dejo por fuera los servicios públicos que pos supuesto los tiene que prestar razonablemente bien. Si bien hay programas sociales que nos nacionales, el mapa social en la Argentina es muy heterogéneo y hay algunas patologías sociales que tienen muchas posibilidades de ser resueltas a nivel local y que no pueden ser resueltas en el agregado nacional. Pienso en una ciudad de treinta mil habitantes donde hay personas en situación de calle, capaz que son veinte y podrían ser perfectamente resueltas, o niños que no tienen adecuada contención y por lo tanto tienen un rendimiento escolar pobre cuando lo podrían tener con una estrategia pública de gobierno local muy sencilla o relativamente sencilla y accesible.

Repensando los pilares fundamentales, una fiscalía y transparencia, estadísticas, uso de la espacialidad del planeamiento urbano, la articulación público-privada y una política social local, son los cinco pilares que mostrarían una cierta inteligencia de un gobierno que aborda la agencia pública con suficiencia, con profesionalidad y criterio.

Fabio Quetglas es Experto en Desarrollo Local, Director de la Maestría en Ciudades de la UBA y Diputado Nacional por la Provincia de Buenos Aires.  Fuente: Mercado & Empresas