Ciudadanía Metropolitana

Plazas Saludables: una experiencia de abordaje territorial en Tres de Febrero

Por Silvia I. FERNANDEZ. Subsecretaria de Determinantes Sociales de la Salud  de la Municipalidad de Tres de Febrero

La OMS (Organización Mundial de la Salud) considera a las enfermedades no trasmisibles (ENT), como la epidemia del siglo XXI, las cuales ocupan el primer lugar en lo que se refiere a carga de enfermedad como así también en causa de mortalidad a nivel mundial.

Entre las principales se encuentran las enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes y enfermedades respiratorias crónicas. A pesar de ser distintas y presentar diversos síntomas, tienen cuatro factores de riesgos en común: el consumo nocivo de alcohol, la alimentación no saludable, la inactividad física y el consumo de tabaco. En nuestro país, son las responsables del 73,4% de las muertes, el 52% de los años de vida perdidos por muerte prematura y el 76% de los años de vida ajustados por discapacidad.

La región metropolitana del AMBA no está ajena a esta situación. Existen acciones para un abordaje poblacional e interjurisdiccional efectivas,  impactando en el bienestar de los habitantes. La comunicación, promoción de la salud, la prevención y atención temprana de estas enfermedades y la regulación de productos y servicios son las principales estrategias que presentan los mejores resultados en costo-efectividad, si la misma es realizada de forma interdisciplinaria y  con adaptación a la población local.

Tres de Febrero, como distrito perteneciente a  la región del AMBA, no escapa a esta realidad. Desde 2016, en el distrito se busca conservar la salud de la población desde la Subsecretaria de Determinantes Sociales de la Salud, implementando el Programa Plazas Saludables, con los antecedentes de la ciudad de Buenos Aires, pero con una adaptación local  tanto en recursos, como en las características de la población y las metas de alcance. Acercamos la salud al vecino en su entorno, a través de la promoción de estilos de vida saludable, entornos saludables y la regulación de productos y servicios.

Las acciones iniciales fueron llevadas a cabo a través de la participación ciudadana, con una consulta domiciliaria, a los vecinos que viven en un radio de 8 cuadras, para recuperar el espacio público y ofrecer actividades saludables en la plaza de su barrio, pero que permita referenciarse a un centro de salud cercano.

La promoción de estilos de vida saludable y de entornos saludables, la llevamos a cabo favoreciendo el desarrollo de un buen estado de salud y bienestar, con la práctica regular de actividad física, talleres, consejería nutricional,  hábitos saludables, conservando identidad cultural familiar con el fin de prevenir las ENT, de controlar las existentes y disminuir el riesgo de complicaciones.

Los grupos de pertenencia asociados al equipo de salud (nutricionista, enfermera y prof. Educación física) y al espacio público (plaza)  son la espina dorsal para alcanzar los objetivos de mejorar la calidad de atención, facilitar el automanejo de la enfermedad y lograr la adhesión al tratamiento. Confirmamos que el puente entre el sistema sanitario y la población objetivo es la actividad física, que logra romper la barrera de la baja adhesión al tratamiento con un abordaje tradicional. Por lo que las acciones tendrían que estar orientadas en este eje.

Como acciones complementarias logramos avanzar en la regulación de productos y servicios en conjunto con el sector privado local. Uno de los ejemplos es la producción y venta de panes y pre pizzas reducidos en sodio, que son productos de mayor consumo en la sociedad argentina. El objetivo es lograr que se ofrezcan en panaderías cercanas de las plazas donde funciona el programa. El municipio de La Plata través del Programa Proteger financiado por el BID, también lleva adelante esta iniciativa, en beneficio de sus habitantes.

Los resultados de estos tres años de ejecución del mismo lograron el alcance del 10% de los hogares, con una participación mayoritariamente de mujeres (68%), los hombres presentan mayor porcentaje de exceso de peso que las mujeres asistentes. Del total,  el 29,7% presentaba tensión arterial elevada, 24 %  diabetes, por lo que les fue recomendada la visita al médico y la realización de un chequeo.

Aproximadamente el 20% de las personas que asisten mensualmente se atienden por primera vez en el programa. La mayor parte de las prestaciones (62,3%) corresponden a enfermería,  el 20,4% a nutrición y  el 17,3% realizan actividad física regular. El 50% de la población ha modificado su riesgo cardiovascular, realizando cambios en el estilo de vida, aumentando la adherencia al tratamiento, a través de la actividad física que se realiza como práctica permanente en el programa.

En nuestra participación en la mesa de Sostenibilidad y Accesibilidad Políticas de Vida Saludable del Summit de Salud del Mercosur, en el marco del XXXVIII Congreso de Cardiología en Rosario, como representantes del Instituto para la Ciudadanía Metropolitana, quedó planteado que el abordaje actual de las campañas de promoción en el sistema de salud tradicional no es suficiente, por lo que se requieren aplicar políticas públicas locales sostenidas en el tiempo cambiando el concepto de las campañas de sensibilización a acciones permanente en el territorio, para lograr verdaderos cambios de conductas en la población y adherencia a los tratamientos.

Se observó la importancia de consensuar políticas de promoción de la salud, con el sistema de salud privado y obras sociales para alcanzar el cambio de paradigma, pensar en conservar la salud de sus afiliados, brindar una atención de calidad, para invertir en el cuidado de la salud y no solo gastar en la atención de la enfermedad,  crear un fondo para la promoción de la salud, la creación de una unidad nuclear de promoción de la salud para el recupero de la inversión realizada y la incorporación de profesores de educación física a los equipos de salud.

Alcanzar el estilo de vida saludable en el AMBA, es un camino largo, que se debe recorrer junto a otras políticas públicas, donde el medio ambiente, la planificación urbana, el desarrollo económico, educativo, organizaciones privadas, la sociedad civil y el poder legislativo sean parte del proceso de transformación de la salud metropolitana.-