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El 16% de los trabajadores de Barcelona y su área metropolitana son pobres

El 25% de la población de la capital y los 35 municipios de su entorno está en riesgo de exclusión social

Clara Blanchar
La tasa de riesgo de pobreza se mantiene estable y repunta ligeramente en Barcelona y su área.
La tasa de riesgo de pobreza se mantiene estable y repunta ligeramente en Barcelona y su área.ALBERT GARCÍA

La situación económica global mejora y las rentas familiares han aumentado ligeramente en los dos últimos años (un 3,1%), pero la población de Barcelona y su área metropolitana que vive en riesgo de exclusión no solo no disminuye, sino que aumenta ligeramente y alcanza el 25%. También crecen las personas que trabajan, pero son técnicamente pobres, porque sus ingresos son inferiores al 60% de la mediana de la población. Y los ocupados en riesgo de pobreza ya son el 16,4% (hace dos años eran el 15%), según las últimas estadísticas metropolitanas.

El estudio hecho público ayer por el Instituto de Estudios Regionales y Metropolitanos de Barcelona (IERMB), que compara el periodo 2016-2017 respecto a 2017-2018, insiste en otras ideas que se repiten desde hace tiempo, lo que indica que se están cronificando. Una, que los niños y jóvenes son los que más han pagado el pato de la crisis (hay un 28% de menores de 16 años en riesgo de pobreza en Barcelona), como los nacidos en el extranjero (39,4%). Dos, que si no fuera por las pensiones o la prestación del paro, la situación sería mucho peor.

Y tres, que el coste de la vivienda, y en especial la subida de los alquileres, sigue teniendo un gran protagonismo en todo lo demás, porque el 35,8% de la población que vive de alquiler destina más del 40% de sus ingresos a pagar la renta. También llama la atención que un 14% de la población metropolitana sufre privación material. Las carencias más extendidas entre la población en el periodo analizado son no poder afrontar gastos imprevistos (30,3%), no poder ir de vacaciones una semana (30,2%) o tener dificultades para llegar a fin de mes (27,4%).

El director del IERMB, Ricard Gomà, valoró así el estudio: “La renta crece, la tasa de pobreza se mantiene muy estable y mejora en relación al punto álgido de la crisis, aunque no hemos recuperado los niveles anteriores”. En opinión Gomà, lo más destacable es “la complejidad de la tasa de pobreza, la distribución asimétrica”, como ocurre con los colectivos citados: migrantes o menores. También apuntó que la brecha entre Barcelona y la segunda corona del área metropolitana, con indicadores ligeramente más negativos (uno o dos puntos porcentuales), no se ensancha.

Sobre la situación de pobreza laboral, personas que trabajan pero que están en riesgo de pobreza, el director del IERMB interpretó que “dice mucho de la precariedad” que se ha instalado en el mercado laboral y respecto a la privacidad material, valoró que “ya no tiene tanto que ver con la emergencia, como la pérdida de empleo o vivienda, pero sí con la precariedad”. “Hemos sido capaces de paliar la emergencia pero no la precariedad”, dijo. “Pasar del paro a la pobreza laboral implica salir de la emergencia pero no del estrés”, concluyó.

En similar línea leyó los resultados el vicepresidente del Área Metropolitana (AMB) y concejal del Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Martí: “Hay mejora pero no suficiente. Y la causa no está tanto en que falte reactivación como en que el modelo económico post crisis no distribuye como antes, no provoca equidad, y además hay un vector nuevo que es el precio del alquiler. Ahora constatamos que pese a la mejora de los indicadores económicos, no a todos nos va mejor”. Martí vinculó incluso el “estado de ánimo” que los indicadores provocan entre la sociedad que no puede afrontar un gasto inesperado cuando la ciudad tiene buenos números. “Esto explica algunos de los fenómenos políticos que están pasando aquí y en nuestro entorno”, dijo.

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El vicepresidente del AMB Martí destacó que la pobreza severa entre los niños es la mitad en Barcelona que en el resto de los 35 municipios de su entorno, y lo atribuyó a programas que solo se desarrollan en la capital, como la renta para niños de 0 a 16 años de familias vulnerables; el Plan de Barrios del Eje Besòs o el B-Mincome, un ensayo de renta de ciudadanía de dos años que justo acaba de terminar.

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Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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